Imagen: Nivea
El protector solar es, sin duda, el paso más importante en cualquier rutina de cuidado de la piel, especialmente en verano. Aun así, sigue rodeado de mitos, confusiones y errores comunes que pueden afectar su eficacia. Si alguna vez te has preguntado si necesitas reaplicarlo en días nublados, si el maquillaje con SPF es suficiente, o si los filtros químicos son malos, este artículo es para ti.
Aquí desmitificamos todo lo que nadie te explicó (pero deberías saber) sobre el cuidado solar.
Mito 1: “Solo necesito protector solar cuando hace sol”
Realidad: Los rayos UVA —los que envejecen la piel— están presentes todo el año y atraviesan nubes y ventanas. Incluso en días nublados, lluviosos o en interiores con luz natural, tu piel está expuesta.
Conclusión: Usa protector solar todos los días, no solo en verano o en vacaciones.
Mito 2: “Mi maquillaje ya tiene SPF, no necesito más”
Realidad: Aunque muchos maquillajes incluyen FPS, no se aplican en cantidad suficiente para ofrecer una protección real. Necesitarías aplicar una cantidad muy superior a la que normalmente usas para alcanzar el nivel de protección indicado en el envase.
Conclusión: Usa un protector solar facial debajo del maquillaje, y si es posible, reaplica con brumas o polvos con FPS durante el día.
Mito 3: “El protector solar me hace brotar granitos”
Realidad: Puede suceder si usas un producto no adaptado a tu tipo de piel. Actualmente existen fórmulas oil-free, no comedogénicas, con acabado seco o hidratante, diseñadas para pieles grasas, sensibles, acneicas o secas.
Conclusión: Elige un protector solar específico para tu piel. Si has tenido malas experiencias, cambia de fórmula, no de hábito.
Mito 4: “Solo necesito protección solar en el rostro”
Realidad: El cuello, escote, orejas, manos y labios también están expuestos al sol y son zonas propensas a manchas, arrugas y fotoenvejecimiento.
Conclusión: Aplica protector solar en todas las zonas visibles, especialmente si estás al aire libre o conduces con frecuencia.
Mito 5: “Si tengo la piel morena, no necesito protector”
Realidad: Aunque las pieles más oscuras tienen más melanina, lo que les da cierta protección natural, también sufren daño solar, envejecimiento prematuro y pueden desarrollar manchas o cáncer de piel.
Conclusión: El protector solar es universal. Todas las pieles lo necesitan.
Mito 6: “Los protectores solares químicos son peligrosos”
Realidad: La seguridad de los filtros solares químicos ha sido evaluada por autoridades dermatológicas en todo el mundo. Si bien algunas personas pueden preferir filtros físicos (como el óxido de zinc o el dióxido de titanio), los filtros químicos aprobados son seguros y eficaces cuando se usan correctamente.
El mejor protector solar es el que usas a diario y sin excusas. La clave está en la fórmula que mejor se adapte a ti.
Imagen: Vogue
¿Cómo usar el protector solar correctamente?
- Aplica al menos 15 minutos antes de la exposición solar
- Usa una cantidad generosa: una cucharadita para rostro y cuello
- Reaplica cada 2 horas, o después de sudar, nadar o secarte con una toalla
- Combina con barreras físicas: lentes, sombreros, ropa con protección UV
Productos recomendados para cada estilo de vida
Para piel grasa o con tendencia al acné:
- Texturas en gel, toque seco, oil-free
Para piel seca o sensible:
- Texturas cremosas con ingredientes calmantes como alantoína o madecassoside
Para retocar sin desmaquillar:
- Brumas con FPS, polvos minerales o sticks invisibles
El cuidado solar no es opcional, y mucho menos estacional. Es la base de una piel sana, luminosa y protegida a largo plazo. Más allá del marketing y los mitos, entender cómo funciona y aplicarlo correctamente puede marcar una gran diferencia en tu rutina de belleza.
Protégete con intención. Tu piel —y tu yo del futuro— te lo van a agradecer.
Al iniciar sesión, estás aceptando los términos y condiciones de Beserva. Asegúrate de revisarlos detenidamente.